viernes, 3 de abril de 2009

EN AGENDA. POBRE CALIDAD EN PREPARACIÓN PROFESIONAL REPERCUTE DIRECTAMENTE SOBRE LA JUSTICIA

Retos de la enseñanza legal
- Universidades deben asumir compromiso para acabar con precarización
- Metodologías modernas apuestan por la innovación
y la creatividad
Carlos A. Cornejo G.
Abogado (*)

Siempre ha sido objeto de polémica la discusión sobre cuál es la metodología más acertada para la enseñanza del derecho. En la actualidad, se admite solo en los foros académicos que los días de la clase magistral, que tuvo su origen en las aulas universitarias de la Edad Media, en que se aceptaba sin discusión y por efecto de la auctoritas del maestro todo lo afirmado por él; han cedido su paso a modos de enseñanza en que se busca la automotivación y participación activa del estudiante en el proceso de su propio aprendizaje.
Sin embargo, se presenta la paradoja de que no obstante que se acepta que la clase magistral no es la única ni mejor metodología; en la realidad, se aplica aún de manera generalizada en muchas universidades de nuestro tiempo. Esta afirmación puede ser corroborada en universidades de América Latina y Europea, en las que, por ejemplo, no se admite una pregunta o cuestionamiento hechos por el alumno mientras el profesor está desarrollando expositivamente su clase, por estimarse que el alumno, al no encontrarse a la altura del maestro, poco o nada puede aportar, debiéndose limitar a recibir como verdad indiscutible, sin razón, ni análisis ni comprobación en la realidad, la palabra sagrada del profesor.


La clase magistral puede ser, tal vez, la mejor forma de enseñar en un mundo estático, en que el orden social se sustenta en la autoridad y tradición, y en que todo cambio estaba teñido de un carácter subversivo; pero en el mundo moderno, cuyo fundamento se encuentra en valores de libertad e igualdad, que buscan armonizar dentro de una economía de libre mercado, en la que prima la iniciativa individual y la cultura de la innovación, la clase magistral, con todo lo que ella implica, no puede seguir gozando de sus días de gloria.
La aplicación de metodologías activas, con las particularidades que el propio modelo de enseñanza que cada facultad adopte atendiendo las necesidades de nuestra sociedad, es un elemento fundamental no solo para la buena formación del futuro abogado, sino también para tener una administración de justicia eficiente y recta.

(*) Decano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Norbert Wiener y vicepresidente de la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal del Indecopi.

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